despues de la experiencia paraguaya, que dejamos para otros post (solano+10),
volver al estudio es casi una necesidad.
antes del viaje tuvimos una de esas semanas, donde cualquier cosa es motivo para discutir:
se ve que la crisis impuesta, el dengue y la fiebre porcina van cargando las tintas, y en algun momento había que descargar.
la excusa fueron los proyectos nuevos: que hasta donde seguir poniéndolos en crisis, que si habíamos acordado algo porque ahora lo cuestionábamos, que la manera de plantearnos las diferencias, que cada tanto estaría bien , aparte de marcar los errores, celebrar los aciertos.
y asi una listita de cosas pendientes.
pasado el momento del cruce, está bueno ver que los mecanismos que nos hacen un estudio de muchas personas valiosas y no de arquitecto autor, siguen funcionando.
el proceso es mas complejo, porque hay que aprender a compartir las decisiones; y el producto final es la suma de miradas.
la cosa no es tan purista como si saliera de un solo cerebro; es mas compleja, con el riesgo, a veces, de complicarla.
pero esa es nuestra mecánica.
un cerebro ampliado, con todo lo bueno y lo malo que eso implica.
extrañaba la familia.
viajar está buenísimo, pero,
no hay nada mejor que casa.
Según mis cálculos, hice ese recorrido 260 veces en la mañana (mediodía cuando llegaba tarde), sumando vueltas de almuerzos, y vueltas del kiosco, 780 veces.
ResponderEliminarCon otras 780 veces a la inversa, 1560 veces total. Me imagino que debo haber gastado algún adoquín.