el pepe recibía la banda presidencial, por simbólica decisión, en el lugar fundante de montevideo, en el espacio público, al lado de artigas en la plaza independencia.
mientras cristina y su generación no pueden terminar de batallar después de 30 años, el pepe reconoce que lleva desde esa época una carga en la mochila, pero que no llegó a presidente para vengarlo. sin olvidar, esta es la oportunidad de hacer todo aquello por lo que pelearon.
mientras cristina instrumentó el presupuesto mas alto en educación de nuestro país por décadas y nadie lo sabe, el pepe repite la palabra educación cuatro veces seguidas. y el plan ceibal ya transformó el territorio cultural del paisito.
mientras la confrontación es el inevitable remate de la estraetgia oficial aquí, el pepe resalta que los uruguayos vayan abandonando la nostalgia, y recuperen su autoestima.
mientras que aquí una medida que beneficia a todo el país se intenta imponer mas allá de las formalidades a veces necesarias, el pepe socializa la idea de que deberán , entre todos, decidir que dejan de hacer para hacer algunas cosas trascendentes, porque la torta no es grande pero las prioridades si, y porque una vez que lo decidan, lo van a hacer en esta, o en las próximas gestiones, porque entre todos lo decidieron.
el pepe habla del mundo contemporáneo, de los recursos y de que manera cuidarlos, porque eso también implica invertir y dinero hay poco.
habla del territorio, habla de la justicia social ( y el general sonríe), del déficit de vivienda social, y pide brazos, porque hace falta mas que dinero para estas cosas: hace falta el compromiso de todos, empezando por él.
el discurso de mujica en el congreso fue el de un estadista. el otro, el del congreso de la orilla de acá, el de una militante. ninguno de los dos ignora la realidad.
pero en un caso el enojo y la lucha hacen ruido,
y en el otro, como dice franquito,
música.
una plaza, cichero, artigas y mujica. la alegría no es solo brasilera.
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