sábado, 9 de mayo de 2009

detalle


"Para eso, Lina inventa un soporte sencillo y contundente, que pesa donde necesita hacer pie (hacer cantar el punto de apoyo, una de las premisas de la arquitectura paulista) y desaparece donde lo que tiene que aparecer es la obra.
El soporte es entonces un cubo de hormigón, hecho por algún trabajador sin mas pretensión en su factura de que sea eso, una piedra pesada que soporte una idea, y que no compita con ella; y el soporte lo hace a través de lo que menos compite con un cuadro: un vidrio, anónimo, que deja ver al espectador que pasa por detrás de nuestro cuadro, y a la ciudad que mas atrás le da sentido y cobijo a todo.
El detalle en cuestión es entonces la unión entre ese cubo de hormigón y el vidrio soporte, allí donde se juntan los extremos de la tectonicidad: roca y cristal, grávido y leveza, tierra y aire.
La sofisticación de ese encuentro, la inteligencia del detalle, el gasto que se hace en ese punto, es el de menor costo y de mas eficacia, el mas a mano para el mismo operario que termino hace un rato de colar el hormigón: una cuña, unas astillas de madera que le permiten a ese candango resolver el problema.

Lo importante que hace Lina al pensar en ese detalle, es entender que no es allí donde debe estar focalizada la atención : el detalle se encarga de poner de manifiesto que el valor esta en otro lado: primero en la obra que cuelga unos centímetros mas arriba, después en el colectivo reflejado de obras que el laberinto de espejos se encarga de multiplicar en todas las direcciones, y por ultimo en esa ciudad que no necesita espejos para ser infinita, y que como la obra máxima, se vuelve el verdadero bastidor de la creación del hombre.
"

DEL TEXTO GRAVIDO Y LEVEZA, DE PABLO FERREIRO/AFRa, EN SUMMA+100.

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