ahi estaba, en su propio homenaje, emocionado ante la evidencia de que puerto madero estuviera finalmente hecho.
fue una emocion sanguinea, como de un animal que solo supiera que ese era su destino, el de hacer cosas, y que aun así, se sorprende hasta las lágrimas ante la evidencia de lo que su cabeza pudo llegar a transformar.
no es el tiempo el que pasa, somos nosotros lo que pasamos por él, y la arquitectura tiene esa otra dimensión que nos excede como individuos, y nos trasciende en lo colectivo.
Premio Trayectoria SCA BATIMAT 2010 al Arq. Juan Manuel Borthagaray
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