lunes, 27 de diciembre de 2021

Flores para Flores Flores


Este es un posteo inusual, atipico , que me debo hace tiempo y que aun hoy no logro descifrar porque ha costado tanto concretar.
 
Escribo esta intro una vez mas, en las postrimerias de 2021 y dudo si realmente, como seria lo normal, se podra publicar en unos minutos, o si seguira en el limbo que hasta ahora habita desde hace 5 años, cuando empece a escribirlo por primera vez, y digo primera porque es la cuarta vez que lo inicio, ya que por extrañas razones en 3 oportuidades anteriores, el texto en produccion, desaparecio del tablero de este blog.
Cada verano que logro volver al oriente oriental, cada vez que paso por la hoy vejada Poseidon, por la muraria y enigmatica casa en punta ballena, paso por delante de su estudio subterraneo en la Roosvelt, o paseo por las Grutas (ahora con Lucio, donde buscamos criaturas extraordinarias) me propongo retomar el recuerdo, reconstruir aquella velada y dejar un registro de un momento casual, espontaneo, intimo y tal  vez anecdotico o trivial, pero que creo cualquier amante de la arquitectura y de sus protagonistas, hubiera disfrutado vivir.  
 
La cosa es mas o menos asi (y sabran disculpar la imprecisa referencia de fechas, que no importan tanto en definitiva; Flores murio hace pocos años, y este relato ocurrio el año anterior)
En uno de los solitarios viajes a Maldonado como parte de los trabajos de direccion de obra de nuestros proyectos Sierra Ballena, en alguna noche recorriendo alguna libreria, di con una revista homenaje al para mi desconocido autor de algunas de las emblematicas obras que siempre llamaron mi atencion en Punta del Este: hojeando el ejemplar antes de comprarlo, pude comprobar que dicho arquitecto vivia,  tenia su estudio en el basamento de una torre , semienterrado alli nomas, sobre la avenida Roosvelt, y que se llamaba Samuel Flores Flores.
No dude ni me lo cuestione, pero al dia siguiente pasado el mediodia y despues de algunas diligencias me acerque a aquel lugar, y luego de espiar desde el patio comun a aquel basamento comercial, y reconocerlo por una ventanita dibujando en un tablero, baje unas apretadas escaleras y le golpee la puerta.
 

El mismo me atendio, abriendo a medias la puerta. Me presente, y le hice saber que me interesaba su obra, que habia encontrado ese ejemplar y que queria conocerlo y charlar un rato si no le molestaba, a lo que muy amablemente me contesto:
¨Mire arquitecto, yo tengo un habito muy importante hace años, que consiste en dormir una siesta para esta hora; pero con mucho gusto lo espero hoy a las 19, y conversamos si le parece¨
 
   La puntualidad nunca fue mi fuerte, pero alli estuve a las 19, y creo haber llevado una botella de Quantro, bebida fetiche que soliamos tomar a los atardeceres en el estudio de Horacio Torcello, para amenizar la charla de cierre de jornada.
Hablamos un poco de todo, en aquella gruta antropica de su estudio, la otra cara de una misma moneda que es la gruta estereotomica del increible proyecto de las piletas en punta ballena, fantastica intervencion de la epoca en que el turismo se volvia masivo e industrial.
Casi 4 horas entre tableros, dibujos a mano, fotos en las paredes, en una charla que fue por distintos rumbos, que no pretendia llegar a ningun lugar, ni indagar, ni concluir; simplemente fue una hermosa charla, de la que comparto parte en un registro grabado de esa noche, como un homenaje a su persona, pero tambien como un homenaje a la charla, al cruce generacional, a las herencias, a la construccion complementaria, y al tiempo, denso, calido y aprehensible de la charla despojada, en  una epoca tan superficial, veloz y especualtiva.

Valga como un reconocimiento a su persona, y a revindicar a las personas, a la presencialidad y lo random, en epocas hiperracionales de conectividad pautada y mediada a traves de pantallas.

Por supuesto tambien a su obra, que esta mas que bien publicada, y visitable para todos aquellos que anden por el Rio de la Plata.

Las piletas de la Grutas, en Maldonado, casi contemporaneas al Matosinhos de Alvaro Siza del otro lado del Atlantico, tan valiosas como aquellas; una de las muchas valiosas y atipicas obras de Samuel Flores Flores en el Uruguay. 

(Posteo de verano, adeudado, ideal para cerrar el 2021 y retomar el habito de pensar, escribir, y salirse un poco de la rueda)

 
 











Haciendo trabajo de campo, arqueologia de una gran obra Diciembre 21.

martes, 7 de diciembre de 2021

Marche Preso !

Nuestro proyecto para el Concurso Nacional para la Penitenciaria Gorriti en San Salvador de Jujuy

(crónica de un proyecto nunca evaluado por un error de carga)

Este es un posteo cuyo primer objeto es lamernos las heridas autoinfligidas en el marco del Concurso mencionado, y en particular disculparme (yo, Pablo Ferreiro, autor del error que no se entiende (el scanner tal vez? no me lo explico aun)) con el equipo que en AFRa invirtió casi un mes de trabajo muy serio en vano, ya que el proyecto jamás llego a la mesa de los jurados para su evaluación.

También se desprenden otros objetos, para que al menos, no (nos) suceda mas a ningún participante, a sabiendas del tremendo esfuerzo e inversión que implica participar de un Concurso de esta magnitud, ya que mas allá del grosero error, y aun cuando no estamos reclamando nada ya que se actuó a reglamento, creemos que los proyectos inhabilitados para participar en este concurso por errores de carga (el 10% de las presentaciones, 4 de 39) podrían en su mayoría haber podido ser evaluados sin que se rompier la sagrada confidencialidad .

Cual fue el error (horror!)?

Al cargar la planilla con el voto del jurado, se "pego" digitalmente, la planilla con la DDJJ, cosa inexplicable a nuestro entendimiento, ya que para llenar cada planilla, había que imprimir en un A4 cada planilla, llenarla a mano, volverla a escanear y subir el jpg. Cada una de esas dos planillas se hicieron en hojas sepàradas, y se escanearon en hojas separadas, por lo cual como llegaron juntas al casillero de carga, es un misterio aun para nosotros; y el motivo por el cual fuimos dejado fuera de concurso, antes de pasar a los jurados el material, que nunca vieron ni evaluaron.

Estuvo bien en ser dejado fuera de concurso el trabajo. SI, reglamentariamente esta bien. Inobjetable.

Pudo haber sido subsanado el (grosero) error, sin romper la confidencialidad hacia el jurado? Si, creemos que también; ante un nuevo sistema que se empieza a instrumentar, el error es tan obvio, que podría considerarse la chance de una corrección antes de que los proyectos llegaran al cuerpo de jurados, confiando en el rol de asesor obviamente, como cuidador de que esas identidades develadas a corregir, no llegaran al jurado.

Sabemos de una concursante cordobesa, que firmó su elección del jurado, error también grosero y obvio, corregible.

Sabemos de esto porque mantuvimos una cordial conversación con el Asesor.

No hay reproches, solo atender el tema en nuevos concursos, y evitar que vuelvan a ocurrir estas cuestiones en el futuro.

Listo, compartimos el proyecto entonces, que fue hecho para participar de la discusión de lo Público, asi que aquí los paneles y los argumentos detrás de la propuesta.

Nos gustaba mucho como habíamos cerrado el proyecto; no dejan de ser las ideas que venimos abordando hace tiempo, y que seguiremos explorando a futuro: mil gracias por el trabajo a todos aquí en AFRa : a Andres Gomez mi socio, a Nicolás Roura Picón, Alejandro Montero y Nicole Zutelman, el equipazo de proyecto; y no tanto a mi, que eche todo a perder.








Entre tantos canales de comunicación, y la energía que nos ha llevado poner en marcha el increíble proyecto del Taller Nación, hemos dejado un poco de escribir en esta plataforma, pero 2022 nos encontrará de nuevo aquí, con ganas de intercambiar y difundir ideas y aportando al debate.
Los dos años de la pandemia fueron dentro de todo lo malo, un parentesis ideal para pensar y pensarnos, para redefinir, para entender; esta bitácora siempre ha reflejado el pensamiento profundo detrás de nuestro trabajo, la identidad de AFRA, y es un buen momento para volver al viejo y querido Blog.   Hay mucho por hacer!