Este fin de semana , fuimos invitados a participar del
cierre de Hello Wood, atractivo festival-taller del trabajo en Madera,
orientado a estudiantes y profesionales de la arquitectura y el diseño.
Hello Wood Argentina es la versión local del festival que
tiene su origen en Hungría, y fue desarrollado aquí gracias al esfuerzo y el
trabajo de un grupo de 4 jóvenes (dos arquitectos, una diseñadora y un
comunicador), en esas patriadas que solo cierta épica y el ímpetu de los que
tiene ganas e inquietudes profundas logran concretar.
El mismo tuvo lugar en un campo en Ceibas, Entre Rios, donde
10 equipos liderados por valiosos profesionales curados y seleccionados de
entre mas de 80 postulaciones, trabajaron codo a codo, junto a equipos de 10
estudiantes y voluntarios, que con sus propias manos, debían concretar las
propuestas seleccionadas en el transcurso de una intensa semana.
Eso para darles un panorama; la información completa, aquí:
Los locos de La Azotea
Solo cruzar la tranquera de acceso a La Azotea permitía
vislumbrar donde llegábamos: un paisaje singular de estancia del litoral, con
añejos árboles y palmeras, y construcciones de libros de Historia del origen de
nuestra Nación, darían el marco perfecto para la aparición de unas
construcciones contemporáneas, provocadoras, singulares, que habían asumido el
desafío de transformar 1km lineal de tirante de sección de 2"por 2",
en un edificio, un sitio o un producto (así lo definió uno de los diseñadores)
en el lapso de una semana, y con las propias manos de equipos de 12 personas,
que en su mayoría, nunca habían clavado un clavo.
En el punto exacto entre campamento y glamping, el soporte
para alojar durante toda la semana a los participantes, daba la sensación de
situación ideal, y aunque todos los que participamos de estos encuentros
sabemos lo intenso, agotador y exigente, e incluso cuando la lluvia conspira
también, para el recién llegado, la situación no podía ser mas atractiva: los
10 equipos iban terminando los últimos ajustes de sus obras, los participantes
colaboraban limpiando y ordenando, y los corderos empezaban a dorarse para el
asado que esa noche cerraba la semana en un merecido festejo colectivo.
Km Cúbico
Lo que siempre termina fascinando es descubrir cuantas
posibilidades se abren, cuando el interés es abrir: los concursos y los talleres
tienen esa cualidad: siempre aparecen opciones que nunca contemplaste, aun
cuando crees que siempre abarcas todas las posibilidades.
Los 10 proyectos finales, transitaron por diversas reflexiones
y escalas, y de la misma materia, extrajeron muy diversos escenarios: del
producto al territorio, pasando por
edificios y sombras, o dispositivos y recorridos, 10km lineales de varillas terminaron
transformadas, gracias a la creatividad y el trabajo de los equipos en tremendas
instalaciones, trabajos en progreso o prototipos de enorme valor, que además
permitieron instrumentar a los participantes en el manejo de herramientas, la
operación sobre la materia, el trabajo colaborativo y la concreción, algo tan
necesario y ausente en la formación de un arquitecto o un diseñador.
Muchísimos aspectos y herramientas que se llevan en sus
mochilas los participantes de esta primer edición de la versión local del Hello
Wood, que no dudamos se irá consolidando como una instancia mas, ineludible a
futuro, en la formación de los mas jóvenes, con todos los rasgos y matices que sus
organizadores consideren querer incorporar luego de esta exitosa primer
experiencia.
(Los proyectos y sus autores, asi como los nombres de los organizadores y colaboradores serán debidamente publicados en la web de Hello Wood.Conocemos a algunos de ellos , y nos parece odioso no nombrar a todos)
Los Malditos Millennials!
No deja de emocionar cada ocasión donde lo colectivo
mejora al individuo, donde las inquietudes y las dudas prevalecen sobre las
certezas, donde las generaciones se complementan y no se enfrentan, y donde el
otro es mas valioso que uno.
No deja de esperanzar la informalidad de la convocatoria
no institucional, tanto mas formal y comprometida detrás de compartir
experiencias de formación y lejos de la búsqueda de construcción de poder:
cuánto mas espacio aparece en estos ámbitos, cuánto mas genuino se siente el
resultado.
Por eso creemos valioso apoyar estas iniciativas: hablaba yo en
broma de los malditos millennials, acerca de la época que les toca habitar, de un
mundo mas próximo y conectado, de problemáticas globales con respuestas
locales, de inteligencias universales y de priorizar otros valores, y del disfrute:
llamó la atención cuanto se hablo de jugar, en lo que quizá sea una afortunada
manera de abordar tareas bien exigentes y comprometidas, y sentirlas parte de
un juego a partir de poder disfrutar una vocación.
Hello Wood, y sumo a Open House, son grandes convocatorias
que producen significativas movilizaciones de participación y trabajo de enorme
valor, desde lo mas profundo del ámbito disciplinar arquitectónico.
Llevadas adelante en ambos casos por equipos de muy jóvenes
profesionales por fuera de las instituciones, se motorizan a partir de cierta épica,
de compartir inquietudes y necesidades, y no de bajar certezas: en una época
donde los "grandes" se empecinan en construir poder e imponer verdades
únicas, los jóvenes millenials y sus "dudas" abren territorios
inexplorados, formatos novedosos oxigenando lo rancio establecido, y por eso se
vuelven necesarios e indispensables.
Salud Hello Wood!
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