miércoles, 16 de noviembre de 2016

HEB: El Bosque en Buenas Manos.

La semana pasada entregamos un documento con el que nuestro cliente dio inicio municipal, al proceso de desarrollo de un conjunto de viviendas en las afueras de Buenos Aires.

Pero al mismo tiempo dimos por finalizada una nueva pasantía, que nos permitió durante dos meses, trabajar incorporando en los procesos iniciales de un proyecto a jovenes talentosos e inquietos, en esta oportunidad, Federico Liberati y Brian Kohan.

Nos gusta en la medida de las posibilidades, volver a esta instancia que nos permite no perder la vocación por probar, por volver a hacernos las mismas preguntas (a través de las preguntas que puede hacerse alguien con natural menos tránsito en estas escalas) aun a riesgo de pasar por lugares conocidos ya, y siempre encontrando nuevas miradas sobre los mismos temas.

Y dar lugar también a una experiencia real, de una complejidad considerable, y compartir y abrir de algún modo también una ventana para aquellos que vienen con muchas ganas buscando lugares de ejercicio real.
 Habitar el Bosque fue una nueva experiencia proyectual feliz para nosotros, refrescante y productiva,

Queremos agradecerles a Fede y Brian por su valor, como personas, y como arquitectos.
Decirles públicamente que nos gustó mucho la actitud para exponer ante el cliente, como si fueran viejos conocedores de estas lides, y el trabajo impecable y cuantioso que han hecho: maquetas, dibujos, presentaciones. Todo.
Y transmitirles también la satisfacción del cliente por todo lo hecho.

Ojalá les haya servido también a ustedes, y ojalá retomemos HEB para llevarlo al 1:1 pronto.

Solo reprocharles que se llevarán a nuestras chicas a tomar unas cervezas y nos dejaran afuera....
Abrazo
Los AFRa








martes, 1 de noviembre de 2016

Fin

El Fin de la Arquitectura

En la década de la vida de este gran Taller,
de una gran Facultad de Arquitectura
de un gran país de escasa población y de un pequeño territorio apenas construído,
mil millones de habitantes
se han sumado al planeta.

Cada día nacen el doble de personas de las que mueren,
y el mundo es habitado cada día mas,
este mismo mundo,
al que nosotros vamos dando forma.

Nuevos materiales, nuevas técnicas alimentarias,
la unificación del tiempo y la instantaneidad;
el acceso absoluto a la información, y la manipulación de la genética.

Las ciencias, la ingeniería, y la técnica,
han sido causa y efecto de este fenómeno irreversible de la cultura sobre el soporte natural,
con el consabido desplazamiento de esa masa creciente,
que paradójicamente se agrupa, se concentra, abandona lo rural
y habita mas denso, mas masivo, mas urbano.

En ese contexto, no parece que la disciplina haya asumido semejante fenómeno,
donde la Arquitectura no parece tener sentido,
si no se la entiende como responsable de la formalización de ese continuo.

Habitar ya no sea un problema edilicio, sino Cultural.

Si la Arquitectura no logra abandonar su narcisismo mercantilista, e iconográfico;
si su objeto sigue vinculado a formalizar excedentes de capital en busca de plusvalía;
si el Fin de la Arquitectura y su enseñanza, no logran asumir su responsabilidad en las mesas de grandes decisiones para estos escenarios,
habremos sido participes y responsables del fin de la arquitectura.

Estos espacios, estas aulas ampliadas a región, que resisten y registran, que se piensan, se convocan y se suman sean tal vez, en escenarios tan rutilantes y catódicos, pequeñas plataformas de resistencia silenciosa, de resiliencia y de construcción de alternativas, en donde lo que proyectemos a futuro asuma la complejidad del Habitar a escala, y nuestras decisiones y nuestras obras, se asocien a la legitimidad de nuestro soporte natural aun cuando esta interpele y modifique la legalidad establecida,
detrás de argumentos y decisiones pertinentes, inmanentes, de su lugar y de su época.

Y así, detrás de esos sencillos Principios,
encontraremos nuestro trascendente Fin.

Pablo Ferreiro / AFRa
Honrado y contento, para el Taller Danza

Mayo 2016