jueves, 27 de febrero de 2014
el patrón de la ballena
no era el mejor día en el barrio; el patrón de la ballena, salió en uno de sus viajes, aunque esta vez nadie sabe bien con que destino.
seguir con el trabajo es una forma de honrarlo.
la segunda ballena crece; la vocación sigue siendo la de reinterpretar la barranca en sus términos, para que el edificio, si va a ser una manifestación de la cultura allí, no necesite imponerle nuevas lógicas al lugar.
de la arquitectura es necesario rescatar a la gente que la hace posible. con sus manos, con el cuerpo.
silva se accidentó, pero por suerte nos dicen que ya pasó lo peor.
él y su gente ponen cada piedra con sus manos.
cada piedra.
con lluvia o 40 grados.
a veces, la obra nos devuelve esa condición tan profundamente humana de nuestro trabajo, y las miserias del mercado se desvanecen.
satur, robie dufrechou, pablo elena, y diego gomez que no salió en la foto, caminando la obra, viendo lo que aún no está.
viendo eso que algunos nunca van a ver aunque las cosas estén...
el patrón, alguna vez me dijo que los arquitectos nunca lo habían premiado por casapueblo; lo decía con tristeza, como sin entender el porqué.
nuestros edificios en el barrio, son, desde una lógica opuesta, arquitectónica, racional, un homenaje a esa ballena, y a esa noarquitectura que es el maravilloso casapueblo.
podríamos haber ensayado una justificación a ese no premio. con que sentido? casapueblo es un invalorable legado, y nuestros edificios, en su oposición, y en su integración a la barranca, un homenaje a su vocación por la belleza.
carlos paez vilaró permanecerá en cada puesta, en cada luna y en cada pescador, aquí en la ballena.
buen viaje patrón!
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