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para todos nuestros estudios, exponerse, someterse al arbitrio de un jurado, ya sea en concursos, o en premios, o en bienales, se vuelve una gran paradoja: implica una inversión de tiempo y recursos, para someterse a la opinión subjetiva de jurados, entre cantidad enorme de colegas valiosos, donde solo unos pocos, o uno, atraviesa el filtro.
del otro lado de ese filtro, esta la posibilidad de obtener reconocimiento a las ideas, al trabajo, incluso obtener trabajos, que difícilmente uno obtendría sin el aval de esa herramienta.
y entonces, y desde siempre, la paradoja vuelve una y otra vez a seducirnos, a ver si cruzamos, y logramos "emerger".
la paradoja, debe ser una bandera a defender por la matrícula. no está allí el problema, sino, en que hemos hecho los arquitectos con la paradoja, con la herramienta.
cuando un jurado devuelve un trabajo con seriedad, argumenta, expone sus criterios (subjetivos) y todos sabemos de que manera se resuelven las consignas, la paradoja, se vuelve asumible.
todos sabemos que lo que hacemos es subjetivo, y nos corresponderá a todos argumentar lo suficiente, como para que lo subjetivo sea lo menos de lo deseable.
y entonces las paradojas, se vuelven herramientas muy útiles para la profesión, porque validan lo que de alli emerge, y nos da un marco de contención para enfrentar, respaldado por toda la matrícula (instituciones y colegas) la instancia detrás del filtro.
quien esté esperandonos de ese otro lado (un cliente, un funcionario/cliente, una muestra, una publicación) recibirá al mejor de entre un montón de muy buenos, se las tendrá que ver con los arquitectos, representados en este caso , por uno de ellos, aquel que mejor le fue esta vez.
cuando la paradoja se oscurece, se enturbia, se entonga, el que pasa del otro lado, suele llegar medio solo, sin compañia, tal vez con algún socio circunstancial; y los que esperan del otro lado, lo notan. y disponen de esa ausencia de representatividad. saben de antemano, que esa paradoja, les va a traer algo débil, manejable mas tarde a la hora de concretar. o, sino, traerá a un viejo amigo de la casa.
allí, es donde nosotros, los que alimentamos la paradoja, deberemos hacer una autocrítica; si no podemos generar una de estas herramientas para que el que pase nos represente, y entre todos logremos que del otro lado, se cumplan los compromisos, para que todos quedemos bien representados, no avalemos la herramienta. no le sirve a nadie (economicas de dieguez fridman, magistratura de peirano y cia, etc, etc, etc, etc)
el año pasado hubo concursos muy discutibles, y la matrícula suele dejar pasarlo, en un silencio que solo nos desacredita al conjunto del gremio; somos poco reconocidos, poco valorados, muchos concursos existen como un logro en lugar de ser un protocolo ineludible ( para parte/determinado tipo de obra publica). (no es necesario, ni viable que TODA la obra vaya a concurso.)
pero los diferentes estados debieran tener como parte de su stock de obra publica, un porcentual , pequeño, que la matrícula pueda asumir sin dejar la vida, que asegure que parte del patrimonio de lo publico que construye una gestion estatal, se integre a un inventario de obras publicas que salen de concursos. como las peliculas que fomenta el incaa, con criterio de industria.
porque no la industria de la arquitectura argentina?
miguel rep hincho las pelotas cada domingo desde pagina 12 con su artepolis, y ahi anda, alegremente dibujando la ciudad de los arquitectos en la bienal de arquitectura en la inauguracion del pabellon argento de venecia.
bien por rep, pero que carajo ven en eso las autoridades de la arquitectura? hasta dibujar nuestros edificios no nos corresponde ya?
nos toco vivir la experiencia de competir con los mas renombrados y admirados estudios de arquitectura argentinos en una convocatoria nacional por antecedentes, honradisimos de estar en esa mesa, y decepcionadisimos al ver como terminamos todos compitiendo mezquinamente entre nosotros por los honorarios, mientras el estado miraba la escena dantesca, y asi una bien intencionada convocatoria terminó en una parodia ("desde que desregularon los honorarios, los jovenes no tienen idea de como se cobra", y " que caros que son ustedes..pero hacen muy bien en defender LO SUYO!" palmadita incluida, algunos de los lauros que obtuvo nuestra "juventud" de nuestro mayores admirados.)
de las 15 obras curadas y selccionadas para esta bienal, de entre cerca de 180 creo, solo 2, o 3, son obra publica salida de concursos.
deberíamos proponernos que para la próxima bienal, esa relación, aumente.
deberíamos, porque somos pocos y nos conocemos, proponernosperfeccionar la paradoja: no tenemos excusa, y no le podemos seguir asignando al responsabilidad a otros.
el cpau , el capba, fadea, la sca, deben ceerrar filas sobre estos asuntos.
se ha hecho muchisima obra publica estos años: muchisima. con un arquitecto al frente del desaarrollo y la planificacion nacional. debieramos haber logrado un sistema, y no las excepcionales ballena azul, y conicet. un mecanismo. con un valor implicito detras de lo que se logra. con beneficios, qua hagan entender a los potenciales clientes (estado, privado) que fomentar la buena arquitectura nacional, tienen un valor agregado. (impositivo, de creditos, de valoracion, de lo que sea)
hace 20 años publique un articulo en el diario de tomas dagnino hablando de esto; y con el paralelo 35, logramos volver realidad luego en el cpau+sca, la ley de obra publica para la ciudad, que ahi anda guardadita.
a ver si logramos que la paradoja se nos vuelva un vehiculo colectivo y no una trampa.
arquitectopolis ya!!
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