jueves, 28 de julio de 2016

Clorindo Fontana

Volvi a ver movimiento despues de mucho tiempo de cerco de obra inmovil.
La plaza y el sol retornado completaban el escenario.
Parece que ahora se va a terminar.
Y ver la obra cobrar vida nuevamente, es como sentir que su obra sigue viva tambien.
Esta es de Juan, quien compartió muchos años con Clorindo, y que indudable e inevitablemente, lo continua.
No se cuanto le guste ese continuo a Juan con su Borges de hormigón, pero seguro que lo enorgullece.

La obra sigue la idea de las últimas obras de Juan Testa: esas mas cerca de la pintura y la obra de arte, que de los edificios.
Eso es lo que muchos dicen, y yo en parte adhiero. En parte.

Debo decir algo: a mi (Pablo), me gusta menos ese periodo de la obra del estudio; prefiero la etapa mas brutal, mas hormigonera, incluso el primer paso a la etapa de la expresion de las partes, hasta el maravilloso ICI, en la llegada a plaza san martín en la calle florida, donde bajar esas escaleras de escalones in situ de granitos circulares, prologaban una fiesta de espacios dinamicos y corredizos, y obras, libros e instalaciones sublimes en el arranque democratico, esa fiesta perdida.

Recoleta, el edificio del libro, o el de la comunidad japonesa entre otros, junto a este, a la distancia, puedo asociarlos en esta etapa ultima que como decía, me gusta menos.

pero no es de esto de lo que quería escribir.
sino de como puede parecerme indiscutible y necesario algo que no me gusta.

Juan Fontana es un gran arquitecto, docente, y sobre todo gran persona.
Sobre Todo.(yo ordeno en ese otro orden: de la persona a la obra. en mi ranking no figuran algunos genios)
Él acompaño años como socio la obra de Clorindo Testa.
Otra gran persona.
Alguien quien se ha vuelto referencia y maestro no por enseñar en la facultad, y mucho menos, y tal vez por eso, por querer imponer su verdad.
Clorindo fue siempre el primero en desmitificar su discurso y su obra; jamas lo escuche imponer su ideas; solo las compartia, las caricaturizaba, las hacia.
Estan ahi.
E incluso jamas pretendió evitar que demolieran alguna de ellas, como paso con alguna sucursal de un banco.
Sabiamente, sabia que la dinamica de las cosas podía generar eso, y el navegaba la realidad.

Trabajando en su estudio, gracias a Horacio Torcello,
yo aprendi a ver espacialidad en una planta. sentir el volumen del espacio en un papel
Algunas de las plantas mas lindas que haya visto,
que se terminaban de dibujar a mano con desparpajo y colores sobre la heliográfica.
las ventanas traingulares, que homenajeamos a su tiempo, (y que despues se volvieron un tanto reiterativas en su obra) que mejor enmarcaban visuales perfectas desde sus interiores; y los pasamanos de barandas a escala de los sitios y no de la mano.
mil cosas aprendimos de él, que no necesariamente uno hace a su manera. muchas cosas.
el primer concurso que hicimos en AFRa, y fuimos premiados, lo perdimos contra su estudio, con un dibujo de una fogata en una terraza del SHA de Bajo Belgrano, seguramente hecho sobre el final de la entrega, unos minutos antes de mandar a imprimir, pero que era la primer imagen que habrá tenido en su cabeza despues de leer prolijamente las bases apenas convocado el concurso.


El dibujo que esta en el cartel, es como aquel dibujo , aunque este ya es de Juan.
No es un reender.
es un dibujo que dice todo.
lo vi a juan en el dibujo, a su sonrisa perenne, a ese buen tipo, docente y arquitecto.
y los obreros, los colores, las carpinterias, raras, el techo curvo.
Yo no hago ese arquitectura pero celebro que Juan la siga haciendo.
me parece genuina y continuadora de una tradición que la chatura de la generalidad,
y del enseño mesiánico,
tienden a hacer desaparecer.

me alegró el dia ver tu obra Juan,
que es mucho mas importante que me guste.

No solo me parece que esta bien, sino que te lo agradezco.

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