Reflexiones luego de Estepa 2024 y de la feria AOG 2025
Estepa 2024 – Viaje de estudios con el Taller Nación
Pareciera que vamos a rumbo a un aterrizaje forzoso en
aquella arena interminable, cuando la súbita aparición de un largo oasis verde
anuncia la llegada al alto valle del Rio Negro, esa centenaria y fabulosa obra
del estado nacional, de la cultura argentina, donde se crearon miles de hectáreas
productivas, una economía y una cultura, en una época añorada donde las utopías
se volvían reales.
Diques, canales, represas; agricultura y energía, riego petróleo y gas: buena parte del combustible que el país necesita para levantarse cada día se genera aquí, en el corazón energético del país.
No importaba tanto si Rio Negro o Neuquén, en tanto Nación, hasta que los 90 dan el primer paso a la balcanización: los recursos ahora son de diferentes polígonos que dividen el suelo nacional vaya a saber detrás de que albur geométrico dibujado por intereses antiguos que nada ayudan para administrar lógicamente hoy los recursos.
Aquí se respira algo de enojo con Buenos Aires, esa Buenos Aires
que, entre muchas restricciones, en su momento también planificó ese valle y
esas obras colosales; pero que hoy solo representa los únicos problemas que las
provincias, con un poco de razón y mucha ingratitud, dicen tener.
El monolito de la plaza central de Neuquén marca la
distancia en kilómetros a varias ciudades importantes de un mundo que no
incluye a Bs As obviamente; se inauguró una ruta directa de Neuquén a Texas,
ese otro epicentro de la energía global, sin escala en la ciudad de la furia
por supuesto. Tensiones y pulsiones más que atendibles teniendo en cuenta la
historia de la construcción nacional y el rol del puerto de Buenos Aires, pero
claramente a esta altura, necesitadas de encontrarles el tono justo y ecuánime
en pos de un desarrollo integral necesario si queremos subirnos al tren de la
historia.
Nuestro lejano oeste crece desordenado y caótico, urgente y
productivo, con poca atención sobre la calidad de vida de quienes trabajan aquí
día a día: camioneros que duermen en sus camiones a la espera del turno para
levantar las arenas de los nuevos yacimientos, arenas que se esparcen en el
cotidiano atravesar las poblaciones del valle, dejando además de arenas en las vías
respiratorias, pozos en sus caminos y algún que otro accidente vial.
El campamento Añelo deviene en pueblo y sus rentas por
alquileres nada deben envidiarle a Puerto Madero.
Otros excedentes impactan en Neuquén y Cipolletti, y la
lluvia de ladrillos pone en jaque tierra fértil productiva y costa de ríos que
tanto costaron generar, en aquellos años que se hablaba de utopías y no de
rentabilidad.
Sería deseable que cuando se acabe el negocio, vaya a quedar
algo que trascienda a la extracción; ya hemos visto muchos casos parecidos aquí
y allá en todo el continente; y todavía estamos a tiempo de organizar
saludablemente este y otros procesos análogos que comienzan a darse, aunque los
discursos de época, no nos permiten ser muy optimistas.
| Uyuni, Bol. Minas de Sal |
| Serra de Navio, Macapa, Br. Mina de Manganeso |
| Añelo, Neuquen, Arg. Vaca Muerta |
AOG 2025 – Feria del Petróleo y el Gas, predio ferial de
Palermo, Bs As.
Un rumor lejano y frenético nos va guiando hacia esos pabellones
centenarios.
El ganado o los caballos de la plaza central han sido
reemplazados por grúas y complejas bombeadoras de fractura del suelo; ¡el
picadero se ha tecnificado, y como!
Bueno, no esta tan claro que entren a las arcas de la nación, pero sí que hay mucho dinero en juego.
Entrar a los pabellones de la rural en Palermo, en esta edición
de la Expo Argentina Oil y Gas, es entrar a uno de los lugares de más
concentración de dinero y trabajo del país: gente por todos lados, cocteles
aquí y allá, conferencias, mesas redondas y rondas de negocios.
Mas de 500 expositores, y una primera lectura de la
convocatoria (desde el campo proyectual urbano o arquitectónico al que
pertenecemos):
No hay un solo stand de representación del gobierno
nacional, ni de ninguna dependencia que pudiera tener que ver con
planificación, sustentabilidad o un pensamiento integral del fenómeno
territorial que supone esta economía.
EN 540 stands, no hay un solo espacio para organizaciones o
agrupaciones ambientales: como suele pasar en estas instancias, los
ambientalistas denuncian los daños en algunas tribunas, y el mercado opera en
otras, y nunca se potencia el valor de la verdad de lo que cada sector
representa.
Hay varios stands de provincias, que representan la atomización del territorio integrado, en una lógica que ni siquiera responde a los mapas de las cuencas, ya que varias de ellas pertenecen a más de una provincia o incluso, de un país. Cada una presenta su oferta de yacimientos y muestra el potencial de esos paisajes lunares que cada provincia posee dentro de su polígono territorial.
Habrá algún tejido infraestructural de distribución y transporte que integre y optimice el sistema en conjunto?
¿Dónde esta ese mapa?
¿Dónde el proyecto? ¿Quién lo debiera liderar, quien pondría los recursos?
La operación ferroviaria que enhebro el sistema
agroexportador habilitando millones de hectáreas productivas rumbo al sistema
de puertos de la segunda mitad del siglo 19 pensada desde Bretaña, aquí brilla por
su ausencia, y las disputas políticas por las decisiones estratégicas no
acompañan la velocidad implícita en los planes e intereses de las empresas y
sus inversiones.
De hecho, llama poderosamente la atención el saber, luego de
preguntarlo varias veces con bastante incredulidad, que el presidente de la
Nación, o alguna alta autoridad nacional, promotora del Rigi, no inauguraran o
capitalizaran políticamente semejante encuentro, lo que pareciera sugerir que
nadie está pensando integralmente esta gigantesca operación para los próximos
años.
Seguramente cada provincia esté activamente trabajando, y
probablemente los gobernadores y sus equipos (algunos presentes aquí) tengan instancias integradoras,
pero lo que la expo expone, valga la redundancia, no habla de eso.
Ahora bien, que tiene que ver la arquitectura con esto?
Podríamos argumentar dos dimensiones al respecto:
En lo edilicio, lo poco que se expone aquí, está relacionado
a construcciones modulares, que optimizan tiempos y logística para operar en
estos paisajes tan aislados y hostiles: módulos con prestaciones y cualidades
mínimas indispensables en todo sentido, pensadas para optimizar tiempos de
armado y desarme. Ni siquiera la posibilidad de armar una industria de la
construcción de lo efímero, ya que seguramente en breve, galpones chinos para
armar como mecanos que incluyan hasta el último tornillo, proliferaran, como lo
hacen ya en Uruguay, y en esa invasión de bicherío metálico, el diezmado del
poco padrón de pymes metalúrgicas que aun sobrevive al nuevo (viejo) modelo.
En otra escala, algún proyecto de desarrollo de parque industrial, algo así como un pedazo de estepa alambrado y subdividido cerca de la ruta del petróleo; y no mucho más.
De los intentos de organizar y desarrollar Añelo, o los
crecimientos de San Patricio del Chañar y poblaciones cercanas, o del impacto
de la operación en Cipolletti y Neuquén, nada.
Solo galpones y construcciones temporales, unos campamentos
lo más básicos posibles, que al momento de abandonar el lugar cuando el recurso
se agote o cambie la matriz, puedan abandonarse con bajísimos costos dinerarios
y un buen pasivo ambiental.
Nada que la historia del país y la región no conozcan a la perfección.
La otra dimensión es la que nos interesa y que poco interesa: que el pensamiento proyectual pueda poner a
la vista alternativas para la construcción del habitar y el sentido de los
lugares, que puedan trascender una coyuntura y que puedan quizás, asumir nuevas
hipótesis que no solo dependan de una operación especifica: y esto que puede sonar idealista o ingenuo,
tiene aquí cerca, en la construcción del Alto valle, un ejemplo ineludible que
se vuelve referencia. Infraestructuras que han creado un lugar habitable que ha
trascendido su lógica original, que aun ante un cambio de matriz económica
pueden igual generar sentido, asumir transformaciones, y seguir siendo pequeñas
centralidades tan necesarias en la ecualización de nuestro extenso territorio.
Y que de alguna manera lo tiene también el proyecto de
urbanización que acompaño el proyecto del Chocón, aquí cerca también, en esta
usina energética para el país que es Neuquén.
Hubiera sido valioso ver toda esta energía y fuentes de
trabajo que por años serán tan importantes para nuestro desarrollo en una
proyección integrada, en un proyecto que reúna a la lógica puramente
económica, opciones de carga de sentido y más que pasivos ambientales, activos,
para el futuro desarrollo de la vida, que ayuden a ecualizar el concentrado
habitar en solo 3 o 4 lugares de nuestro extenso territorio.
Nos vamos yendo de la expo asombrados con la escisión entre
la lógica productiva y la habitabilidad de estos fenómenos, pero pensando en
otros modelos análogos en la historia de estas operaciones, y en todo lo que
hay por hacer aun.
Hay mucho para aprender de Brasilia, no por sus edificios y todo lo que tanto nos atrae de su arquitectura, sino por el motivo profundo que subyace tras su construcción: algo se podría relacionar por estos días de relaciones carnales....pero esta hipotesis, en el proximo posteo. Suficiente por hoy!












No hay comentarios:
Publicar un comentario